HA SIDO EL HALLOWEEN

 MÁS OSCURO

¡ Muchas gracias por participar en el pasaje literario de este año !

Todos vuestros relatos de terror han sido espeluznantes.

Ya podéis pasar un rato terrorífico leyendo los relatos ganadores y finalistas.

¡ Enhorabuena a todos !

Ganadores

David Sánchez Esteban

Colegio Santo Ángel de la Guarda (Madrid)

Me llamo Gustavo Adolfo Bécquer y puede que estas sean las últimas palabras que escriba, quién iba a decir que una de esas criaturas brotadas de mi imaginación iba a terminar con mi vida. Ahora estoy escondido en el armario, escuchando los suaves pasos de mi asesino, le escucho acercarse, puedo ver a través de las rendijas su mirada hambrienta de sangre, está cerca, muy cerca.

 

Laura García Méndez

IES Frei Martín Sarmiento (Pontevedra)

Yacía Arturo rey de Bretaña, junto a su esposa en la cama. Era una noche fría de llena luna, noche de los muertos así la llamaban. Él se giró a abrazar a su amada más se encontró ante él a la terrible Morgana. “Aquí me veis Arturo, vuestra pesadilla retornada”.

Finalistas

 

Pilar Carrera Ferreiro (Vigo)

Don Juan caminaba aquella madrugada por las calles desiertas de Sevilla. Las nubes tapaban los escasos rayos de luna y solamente se oía el eco de sus pasos, con el Guadalquivir al fondo. De repente, empezó a sentir que alguien lo seguía, pero altanero y valiente, continuó su camino sin darse la vuelta: Doña Inés esperaba. Mas su inquietud fue creciendo a medida que aquellos jadeos sobrenaturales se acercaban. Al volver una esquina, un aliento helado en la nuca le congeló la sangre y lo dejó sin respiración.

 

Álvaro Undiano

Colegio Irabia (Navarra)

Estaba dentro de la casa cuando descubrí que había varias pequeñas camas vacías en las que decidí dormirme. Cuando desperté solamente vi personas en el suelo. Del susto, eché a correr hasta el armario de enfrente. Conté hasta 6 pequeños hombres que tenían agujeros en su cuerpo, cuando de repente escuche detrás mía: hi-ho, hi-ho…

 

Tomás del Rey Tirado

Colegio Sagrado Corazón (Sevilla)

EL OJO DELATOR

Él les ha hecho creer con su relato que soy una víctima. Pero no cuentan con el poder de mi ojo, capaz de provocar sentimientos y obsesiones que antes no estaban. Al último lo llevé al asesinato (escúchenme bien, solo con la intensidad de mi único ojo válido). El descuartizamiento no fue idea mía, pero redondeó la jugada. Por supuesto que no pudo más y confesó. Y cuando los agentes levantaron el piso, ahí estaba mi ojo inoculándoles la rabia, otra vez el ansia de la muerte. Se miraron y, sin mediar palabra, se lanzaron sobre el pobre Edgar.

 

Diego Molina Benítez

IES Juan Bosco (Ciudad Real)

En el silencio solo se escuchaban aullidos de lobos. Una húmeda y fina niebla empezaba a ocultar la redondez de la luna. De repente, un rayo de luz se posó en el lívido rostro de una mortecina silueta que se clareaba. Era Melibea, que ahogó su canto al descubrir los felinos ojos que la miraban.

 

Íñigo Arilla Vital

Colegio Irabia (Navarra)

Siglo XI, en tierras ibéricas, vivía un gran caballero llamado Rodrigo Díaz de Vivar, también conocido como el Cid. Uno de sus hitos fue la decapitación de 100 moros con un solo espadazo. Cuando el Cid se iba a descansar, le aparecían unas siluetas brillantes y terroríficas, eran las 100 cabezas de esos moros. Le torturaron durante años y años recordándole que dejó sin padres a las familias de esos moros. El gran caballero trastornado, puso fin a su vida suicidándose.

  

Nee Barros Fernández

IES Frei Martín Sarmiento (Pontevedra)

El tacto de la escalera era frío y acusador, pero algo estaba claro: la noche era perfecta. Oscuridad y niebla cuando el impacto rompió el silencio. Ahora tocaba hacerse la muerta de amor y que todos la creyesen, ya podría alimentarse más tarde con la sangre de su querido Calisto.

 

María Manuela Cuenca Solar

IES Isabel Martínez Buendía (Ciudad Real)

Don Alonso cabalga camino a Medina con el corazón henchido por la esperanza de un amor, pero la sombra de un cantar se cierne sobre él. Su caballo galopa frenético, huele la muerte. En su precipitado huir cree haberle dado esquinazo,  pero va pisándole los talones y, cuando más confiado se siente, dos rostros amigos aparecen para uno de ellos firmar su sentencia de muerte.

 

Yolanda Plaza Franco (Vizcaya)

El lobo, pálido e incapaz de emitir el más leve aullido, observó a la linda Caperucita. Ella con una sonrisa hierática, le mostraba la terrorífica calabaza que portaba en su cestita. Acercándose a sus grandes orejas le susurró: “Esta noche disfrutaras en la  agónica fiesta de Halloween que he preparado para tí”.

Habéis conseguido ponernos los pelos de punta…

¡ Hasta el próximo Halloween!